Nuestra Beitske Visser en realidad todavía tenía derecho a un cuarto de millón. Pero puede silbar por ello tras fracasar en la Serie W.
Hoy en día no se permite a los hombres hacer de relaciones públicas. A menos que pertenezcan a una de las letras del arco iris. En ese caso, un cromosoma Y está bien. Bueno, los tiempos cambian y los dinosaurios nos quedamos un poco atrás.
En las categorías más altas del automovilismo, sin embargo, es un problema. Todos los patrocinadores hacen cola para dar todo el dinero a una mujer que pudiera competir de alguna manera en la F1 -por ejemplo, al nivel de Lance Stroll-. Si alguna vez la encuentran, se convertirá sin duda en multimillonaria gracias a los cientos de millones de dinero de los patrocinadores. Pero hasta ahora, todavía no se ha hecho realidad. Visita motos ocasión Sevilla.
Esto sigue siendo algo extraño. En el automovilismo, «el coche» asume gran parte del trabajo físico. No todo el trabajo físico, porque un poco de músculo y forma física ayuda. Desde Michael Schumacher, el deporte se ha profesionalizado considerablemente en este sentido.
Pero, si un Kimi Raikkonen de 41 años puede hacer una temporada, al menos no hace falta ser Usain Bolt para correr. Así que, en este sentido, el deporte se presta en teoría a un campo de competidores de género neutro. De hecho, en las categorías en las que los pilotos obesos están en desventaja, una mujer frágil podría incluso estar en ventaja. Sin embargo, a día de hoy, los hombres, por la razón que sea, resultan ser mejores pilotos.
¿O podría ser, después de todo, la falta de oportunidades? Dado el clima ya mencionado, en el que los patrocinadores hacen cola, nos parece poco probable. Pero así lo pensaron los fundadores de las W Series. Esta categoría de competición que discrimina por género se creó hace unos años para encontrar y promover talentos femeninos de monoposto que ascendieran hacia la categoría reina (m/f/i).
Sin embargo, al cabo de unos años, la aventura de la Serie W es voo pasado. La clase está en bancarrota. Parte del problema fue que Jamie Chadwick lo ganó todo durante varios años, pero no ascendió en el escalafón de las carreras. Chadwick seguía siendo el mejor de las W Series, pero así tampoco había básicamente flujo de nuevos talentos. Y eso no ayuda a una clase que está destinada a encontrar ese talento.
No es que las W Series no hayan tenido éxito. A algunas mujeres se les ha dado una plataforma para correr, han podido encontrar un nuevo presupuesto en forma de premios y han forzado contratos aquí y allá de equipos y fabricantes de carreras GT en particular. Entre ellas está Beitske Visser.
La ex talento holandesa de Red Bull (primera mujer en el programa junior) acabó segunda en las W Series, por detrás de Chadwick, en su primer año. Eso le valió 250.000 libras para continuar su carrera. También el año pasado, nuestra Beits fue segunda (compartida) cuando se anuló el campeonato. Junto con Alice Powell y de nuevo por detrás de Chadwick. Sin embargo, Beitske puede silbar por el dinero que le reportaría el segundo o tercer puesto. Ahora que la clase está en quiebra, ella misma le dice a Ziggo que no espere «ver nunca un euro de ella».
Un fastidio para Beits. Y quizás aún más mortificante es que el paso a la nueva iniciativa de la FIA para promover el talento femenino en las carreras tampoco es una opción. Y es que la clase F1 Academy es tan despierta y progresista que no sólo discrimina por sexo, sino también por edad. Sólo se permite competir a mujeres de hasta 25 años. Visser tiene ahora 28, por lo que ya es demasiado mayor. Así que lo que le queda es (esperemos) una buena carrera en GT, donde recientemente lo ha hecho bien para BMW. No hay nada malo en ello, por supuesto.
Por si aún te preguntas qué hace Jamie Chadwick estos días: pilota en la categoría Indy NXT en Estados Unidos para Andretti Autosport. Después de 7 carreras, sin embargo, es 17ª y última de los pilotos que han disputado todas las carreras. Sin embargo, la última carrera fue la mejor, con el primer top-10. No obstante: no nos da ningún placer decirlo, pero el hecho es que por lo que no es necesariamente más, por así decirlo *dives away for the Karens*.
En fin, ya veremos qué nos depara el futuro. ¿Eres tú el talento femenino que la F1 busca desesperadamente? ¿Te gustaría tener una pegatina de Blog de coches en tu kart? Háznoslo saber en los comentarios.